Ardi Rizal es un niño de Indonesia que saltó a la fama en 2010 en los medios de comunicación por su poco saludable hábito de fumar.
Cuando su vídeo salió a la luz llovieron las críticas y los comentarios de gente que no creía lo que estaba viendo: un niño de dos años que fumaba 40 cigarrillos al día.

En Indonesia la edad habitual a la que los jóvenes empiezan a consumir tabaco es a los 13, aunque muchos comienzan con solo 5 ó 6 años. Por culpa de una inexistente regulación de la publicidad, el país tiene diversas campañas de márketing que les pemiten hacer lo quieran. El hecho más escandaloso, habitual y sin respuesta por parte de las autoridades: en muchas ocasiones, las compañías tabacaleras llegan a regalar cigarrillos a los niños.
Por culpa de estos vacíos legales que aprovechan las empresas, rara es la familia indonesia que no tenga al menos un adicto al tabaco. En la familia de Ardi Rizal los padres son los que fumaban y el niño, al ver este hábito tan común e ‘inocente’, fue el que tomó la iniciativa y cogió un cigarrillo. Desde entonces se convirtió en el niño fumador y se volvió adicto al tabaco.
Los padres actuaron como haría cualquier familia y trataron de corregirlo por todos los medios. Le prohibían fumar y le quitaban los cigarrillos, pero el niño lloraba, gritaba y los manipulaba para conseguir su tabaco.

Ante la repercusión internacional de la noticia y la indignación de todo el mundo, el Gobierno de Indonesia intervino y mandó a Ardi a rehabilitación. Sus padres también tuvieron que desintoxicarse con él.